Ventajas de la depuración con humedales construidos

Los humedales construidos son sistemas de depuración natural constituidos por lagunas o canales poco profundos (de menos de 1 m) plantados con vegetales propios de las zonas húmedas y en los que los procesos de descontaminación tienen lugar mediante la circulación del agua y sus interacciones con el sustrato sólido, los microorganismos, la vegetación e incluso la fauna. Sus ventajas comparativas son las siguientes:

Cuadro de ventajas del uso de humedales para el tratamiento de aguas residuales

La inversión inicial que necesita este tratamiento puede llegar a ser inferior al 50% en comparación con otros tratamientos que actualmente se están instalando en las empresas y en los Ayuntamientos.

El mantenimiento es muy escaso, reduciéndose a comprobaciones periódicas de las tuberías y arquetas. Puede existir un bombeo de agua a cabecera de planta y otro para la recirculación del agua, que sería el único gasto energético que requeriría la instalación. En algunos casos se puede aprovechar la fuerza de gravedad y evitar la colocación de alguna de las bombas. Las partes finales, con agua ya depurada, pueden tener agua en superficie, para mejora paisajística y ecológica. Se ahorra entre un 90% y un 100% de energía.

La lámina de agua está sumergida y circula por debajo de la grava, con lo que se evita la generación de olores y la proliferación de insectos.

El sistema es totalmente natural y no necesita adición de productos químicos de manera habitual, produciendo muy pocos lodos. Todo esto abarata la gestión.

Son sistemas que se integran perfectamente en el paisaje, pasando desapercibidos y huyendo de la típica imagen que se tiene de una depuradora de agua. Aquí podemos ver el humedal instalado en la bodega Pazo de Señorans en la provincia de Pontevedra:

Humedales de flujo horizontal en la Bodega Pazo de Señorans, S.L.